Como siempre menciono en mis artículos, no soy dueño de la verdad y sé mucho menos de lo que puedan imaginarse ustedes. En realidad, los invito a desconfiar de todo lo que les estoy diciendo, excepto de una cosa: la importancia de tener curiosidad para mejorar algún aspecto de sus vidas. No debemos conformarnos con lo que hacemos desde hace años; siempre hay espacio para evolucionar. En este artículo, quiero compartirles las 4 etapas clave que considero fundamentales para crear y consolidar un nuevo hábito en sus vidas.
Como muchos saben, el desarrollo de hábitos es esencial para alcanzar cualquier objetivo en la vida. Hay innumerables libros que abordan este tema, y uno que ha tenido un impacto significativo en mi vida y está entre mis tres favoritos es "Hábitos Atómicos". Aunque ya he mencionado este libro en otros escritos, hoy me centraré en cuatro etapas cruciales que debemos "respetar" o, mejor dicho, crear para implementar con éxito un nuevo hábito.
1) Hazlo OBVIO: La primera etapa para implementar un nuevo hábito es hacerlo obvio. Esto significa que el hábito que deseamos adquirir debe ser algo fácilmente identificable en nuestra rutina diaria. Por ejemplo, si queremos incorporar la lectura antes de dormir, colocar el libro sobre la cama es una forma obvia de recordarnos hacerlo. Del mismo modo, si nuestro objetivo es levantarnos más temprano para entrenar, dejar la ropa lista la noche anterior es un recordatorio visual evidente.
2) Hazlo ATRACTIVO: La segunda etapa implica hacer que el hábito sea atractivo. Es esencial que el acto en sí mismo tenga algún elemento que nos resulte atractivo o placentero. Puede ser la elección de un libro que realmente nos guste, la compañía de un amigo para ir al gimnasio, o cualquier otro factor que haga que realizar el hábito sea algo agradable. La idea es buscar la manera de hacer que el hábito sea lo más atractivo posible para motivarnos a seguir haciéndolo.
3) Hazlo FÁCIL: Una de las claves para establecer un hábito duradero es hacer que sea fácil. Olvidémonos de la idea de que los hábitos deben ser difíciles, ya que es poco probable que podamos mantenerlos a largo plazo si nos resultan complicados. Si queremos incorporar la lectura antes de dormir, podríamos comenzar con solo cinco páginas. Si el hábito es ir al gimnasio, preparar la ropa, activar la alarma y coordinar con un amigo pueden hacer que la tarea sea más fácil de realizar. Comencemos con pasos simples para establecer la base del hábito antes de complicarlo.
4) Hazlo SATISFACTORIO: La última etapa es hacer que el hábito sea satisfactorio. Cuando comenzamos a implementar un nuevo hábito, nuestro cerebro evalúa los resultados y determina si la experiencia es placentera o estresante. Es crucial asociar el hábito con una recompensa positiva desde el principio. Podemos utilizar estrategias visuales, como marcar las páginas leídas o llevar un registro de los días de entrenamiento en un calendario. Aplicaciones dedicadas también son útiles para monitorear el progreso. Aunque los resultados del hábito se verán a largo plazo, es posible incorporar recompensas inmediatas para mantenernos motivados.
En resumen, implementar un nuevo hábito implica seguir estas cuatro etapas: hacerlo obvio, hacerlo atractivo, hacerlo fácil y hacerlo satisfactorio. Al aplicar estas estrategias, podrás facilitar la transición hacia hábitos que te acerquen a tus metas y transformen positivamente tu vida. Recuerda, la clave está en la consistencia y en encontrar maneras de hacer que el proceso sea significativo y placentero desde el principio.
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